Alcaldesa Aranda convirtió el Panóptico de Ibagué en “almorzadero” para agasajar a senadora del partido que la avaló
El Panóptico, un sitio cargado de historia y destinado a la memoria cultural de la región, fue transformado por Aranda en un lugar de banquete para agasajar a la senadora del Centro Democrático
El agasajo que organizó la alcaldesa de Ibagué Johana Aranda, a la senadora Paola Valencia en su más reciente visita a la capital del Tolima, ha desencadenado una ola de críticas en redes sociales y una polémica local. Lo que parecía ser una visita política ordinaria se convirtió en un escándalo cuando la ciudadanía se percató del uso inapropiado de uno de los espacios culturales más emblemáticos de la ciudad: el Museo Panóptico de Ibagué.
El Panóptico, un sitio cargado de historia y destinado a la memoria cultural de la región, fue transformado por Aranda en un lugar de banquete para agasajar a la senadora del Centro Democrático. Las imágenes de la celebración, que se viralizaron rápidamente, mostraron a la alcaldesa, al presidente de la Asamblea Departamental, Felipe Ferro, y al Gestor Social de Ibagué, Juan Arturo Gutiérrez, esposo de la alcaldesa, Geovanni Martínez y Saliva Cristian Ortiz concejales de esa colectividad disfrutando de un almuerzo en medio del recinto.
Para muchos ibaguereños, el Panóptico de Ibagué representa más que un simple museo; es un símbolo de la memoria histórica de la ciudad, un sitio que guarda en sus paredes los tiempos pasados. Sin embargo, la utilización del espacio para un almuerzo privado, alejado de la naturaleza cultural y educativa que debería primar, ha despertado la indignación y la frustración de diversos sectores de la sociedad.
Organizaciones culturales, historiadores y ciudadanos de a pie han expresado su descontento en redes sociales, señalando que la alcaldesa Johana Aranda ha faltado al respeto no solo a la institución cultural, sino también a los ciudadanos que ven en el museo un lugar de reflexión y aprendizaje.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de proteger y respetar los espacios culturales de la ciudad. El Panóptico de Ibagué, como muchos otros museos del país, no debe ser un lugar de agasajo político ni de actividades privadas que desvíen su propósito original. La comunidad cultural de Ibagué exige respuestas claras y medidas contundentes para evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir.