Alumnos de la I.E. El Carmen del Líbano reanudan el paro por represalias y mala gestión del rector

A pesar de haber regresado a las aulas, los estudiantes de la Institución Educativa Técnica Nuestra Señora del Carmen, en el municipio del Líbano, continúan con la protesta.. El paro, que comenzó con el respaldo de alumnos y ahora cuenta con el apoyo de numerosos padres de familia, ha expuesto las profundas deficiencias en la gestión educativa y administrativa de la institución, dejando al descubierto la ineficacia de las autoridades.

El reciente comunicado del Comité de Paro Estudiantil dejó claro que las promesas de no tomar represalias, hechas por el Jefe de Núcleo Educativo, Mequicidec Acosta, han sido ignoradas por el rector de la institución. Según el comité, el rector ha optado por desviar la atención de sus propios errores administrativos, culpando a los alumnos del cierre del restaurante escolar, una acusación que consideran no solo injusta, sino también manipuladora.

El cierre del restaurante escolar ha sido uno de los puntos más críticos de esta disputa. Según los estudiantes, la verdadera causa de la suspensión del servicio no radicó en sus protestas, sino en las irregularidades en la implementación del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Entre los problemas mencionados se encuentran la falta de un cerramiento adecuado, un espacio inapropiado para la cocina, la ausencia de refrigeración para mantener la cadena de frío de los alimentos y un almacenamiento deficiente.

Todo esto, aseguran, es responsabilidad directa de la gestión del rector, quien, a pesar de estar al tanto de estas deficiencias, no tomó las medidas necesarias para resolverlas. Lejos de reconocer estas fallas, el rector ha preferido acusar a los estudiantes de ser los responsables del cierre del comedor, usando esta situación como una herramienta de presión para desacreditar el paro y, en última instancia, mantener el control.

Ante este panorama, los padres de familia han decidido unirse a la causa estudiantil, cansados de las constantes presiones económicas impuestas por la administración de la institución. Denuncian que, lejos de aligerar la carga, el rector ha trasladado sobre sus hombros la responsabilidad de subsanar las carencias de la escuela, incrementando los costos asociados a la educación de sus hijos.

El Comité de Paro no solo denunció la ineficiencia administrativa, sino también la falta de sensibilidad del rector, quien ha extendido la jornada escolar a pesar de las múltiples carencias que afectan a la infraestructura y a los estudiantes más vulnerables. En lugar de utilizar la situación para mejorar las condiciones de la institución, el rector, afirmaron, ha optado por presionar y manipular, uniendo así a padres y estudiantes en una causa común.