Salud

Desde Ibagué, Jaramillo exigió al Senado aprobar la Reforma a la Salud

Jaramillo no perdió oportunidad para felicitar a los representantes tolimenses, sin distinción de partidos que apoyaron el proyecto en la Cámara Baja.

Mientras el Tolima arde bajo una alerta máxima sanitaria por el brote de fiebre amarilla, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, llegó al departamento no solo a reconocer la gravedad de la crisis, sino también a capitalizarla políticamente. El pasado viernes 25 de abril, en medio de 65 casos confirmados y una alarmante letalidad superior al 40 %, Jaramillo apareció en Ibagué con promesas de recursos, planes por ejecutar y la bandera de su cuestionada Reforma a la Salud.

En el marco del lanzamiento de la Semana 23 de Vacunación de las Américas, el ministro anunció que el Ministerio de Salud destinó dineros a todas las alcaldías del Tolima para atender la emergencia. Además, prometió la habilitación de los Equipos de Atención Primaria en Salud (EAPS) para fortalecer la vacunación en zonas rurales, un compromiso que, como muchos otros en el pasado, dependerá de la voluntad política local y de una ejecución que históricamente ha sido deficiente.

Pero el verdadero centro de su discurso no fue la fiebre amarilla, sino la Reforma a la Salud. Jaramillo no perdió oportunidad para felicitar a los representantes tolimenses, sin distinción de partidos que apoyaron el proyecto en la Cámara Baja, aduciendo que la reforma «es benéfica para el departamento». Bajo el pretexto de salvar el sistema de salud y recuperar 17 billones de pesos, el ministro urgió al Senado a aprobar la iniciativa, mientras la realidad de hospitales colapsados y falta de medicamentos desmentía cualquier atisbo de éxito.

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