El descarado atraco del IBAL a los bolsillos de los Ibaguereños

La empresa de Acueducto y Alcantarillado,  IBAL, a puesto a sudar agua amarga a sus usuarios desde que arrancó el gobierno de Johana Aranda.

A partir del 1 de enero de 2024, el IBAL se ha convertido en una ‘bomba de tiempo’ a punto de estallar, resultado de decisiones desafortunadas tomadas por la bacterióloga quien trabajó por más de dos décadas en la empresa y la gerente Erika Palma, quienes están asfixiado a los ibaguereños.

Los problemas comenzaron con la implementación del proyecto ‘Plan semáforo’ del agua, proclamado como la panacea por Aranda, para solucionar el problema del suministro del líquido pero que ha resultado ser un verdadero fiasco. Este programa, lejos de mejorar el servicio en sectores que no contaban con el líquido ha llevado a que un centenar de barrios de Ibagué que tenían agua, ha enfrenten la pesadilla del racionamiento forzado del líquido.

Pero cómo si lo anterior fuera poco, ahora los ciudadanos viven otro drama, por los elevados costos sin justificación alguna en las últimas facturas emitidas por el IBAL. A la redacción de Conlaverdad.com llegó una denuncia de un usuario, quien afirmó que la empresa incrementó arbitrariamente en más de en un cien por ciento el cobro. El afectado mostró facturas que evidenciaron que, en tan solo un mes, el costo del servicio pasó de $17.100 a $35.200.

Factura mes de marzoEste usuario, perplejo ante el aumento, señaló que no comprende por qué se elevó el cobro cuando solo cuenta con el servicio en horas de la mañana, dejando a su núcleo familiar sin agua durante el resto del día.

Factura mes de febreroEste hecho ha provocado la indignación de la ciudadanía, quienes critican la falta de transparencia del IBAL y de la alcaldesa, quien, como presidenta de la junta directiva, permite descaradamente que se incrementen los costos del servicio sin previo aviso, afectando económicamente a los ciudadanos de forma indiscriminada.