Judicial

Exgerente del Imdri prendió el ventilador en el desfalco de los Juegos Nacionales: reveló millonarios sobornos del ‘Chatarrero’ a Arciniegas

El testimonio del exgerente del Imdri también dejó en evidencia la enorme influencia de Arciniegas sobre el entonces alcalde Luis H. Rodríguez.

Se cumplió una audiencia más en el escandaloso caso del desfalco de los Juegos Nacionales, un episodio de corrupción que sigue dejando secuelas en Ibagué. Ayer jueves 3 de abril, Jorge Alexander Pérez, alias ‘El Chatarrero’, volvió a los tribunales para responder por su participación en el saqueo de los recursos destinados a la Unidad Deportiva de la 42.

La Fiscalía avanza en su caso contra Pérez, acusado de interés indebido en la celebración de contratos, cohecho impropio, enriquecimiento ilícito y peculado por apropiación. En esta audiencia, el ente acusador presentó a un testigo clave: el exgerente del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (Imdri), Carlos Heberto Ángel, quien sorpresivamente reveló detalles hasta ahora desconocidos del entramado de corrupción que llevó al colapso de las obras.

El pacto de la corrupción

Según Ángel, Jorge Alexander Pérez le entregó millonarias sumas al abogado Orlando Arciniegas, el cerebro detrás del fraude, como parte de un acuerdo en el que este último recibiría el 4 % del contrato de la Unidad Deportiva de la 42, cuyo valor total ascendía a 37.200 millones de pesos.

El testimonio del exgerente del Imdri también dejó en evidencia la enorme influencia de Arciniegas sobre el entonces alcalde Luis H. Rodríguez. Según Ángel, el abogado manejaba las decisiones a su antojo, logrando que el mandatario accediera a sus exigencias sin importar las objeciones de otros involucrados en el proceso. Tal era su poder, que muchas de las reuniones importantes se realizaban en su círculo privado, como un encuentro en Girardot del que Ángel fue excluido y que lo hizo sentir marginado de los acuerdos que definirían el futuro del contrato.

La caída de los protagonistas

Carlos Heberto Ángel no es un testigo cualquiera. Ya fue condenado por la desaparición de un computador con información trascendental sobre los procesos de contratación de los escenarios deportivos entre 2013 y 2014. Ahora, en esta nueva audiencia, su testimonio aportó pruebas contundentes para hundir aún más a Pérez en el laberinto judicial que él mismo construyó.

El proceso sigue su curso, pero la justicia avanza a paso lento, mientras Ibagué intenta cerrar la herida abierta por uno de los desfalcos más vergonzosos de su historia. La Unidad Deportiva de la 42 sigue siendo un monumento al saqueo, un recordatorio de cómo la ambición desmedida convirtió el sueño de unos Juegos Nacionales en una farsa multimillonaria.

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