Extorsiones disparan el precio de la cerveza en Ataco, asfixiando a comerciantes y consumidores
Para los consumidores, cada trago de cerveza viene con el amargo sabor de la inseguridad y el miedo.
La extorsión, ha tomado ribetes insólitos en el municipio de Ataco, ubicado al sur del Tolima. Los comerciantes, acorralados por las exigencias de los grupos ilegales, no han tenido más opción que aumentar el precio de la cerveza, pasando de un valor habitual a los 3.500 pesos por botella. Esta ‘vacuna’ impuesta por los delincuentes ha dejado a los consumidores como las principales víctimas de un fenómeno que no parece tener fin, así lo denunció Felipe Ferro, presidente de la Asamblea del departamento.
En Ataco, este delito ha adquirido una dinámica perversa. Los grupos ilegales han convocado a los comerciantes a reuniones clandestinas en las zonas rurales, alejados del casco urbano, donde les han impuesto cuotas que deben pagar regularmente si desean continuar con sus actividades. El incremento del precio de la cerveza es solo una de las tantas consecuencias de este modus operandi, que tiene a está localidad económicamente debilitada y a su población más vulnerable a merced del crimen organizado.
«La situación es crítica. No podemos permitir que estos terroristas sigan operando impunemente en nuestro territorio. Tenemos un Estado, una República que defender, y exigimos al Gobierno Nacional que tome acciones contundentes», dijo Ferro. Para él, la inacción por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro ha sido evidente, permitiendo que este flagelo se extienda sin control.
El presidente de la Duma departamental no ahorró críticas al referirse a la administración actual: «El presidente Petro ha sido indolente con Colombia. No le importa cuando matan a soldados y policías, porque sigue aferrado a un proceso de paz fallido. Mientras él se ocupa de problemas externos, acá la vida de los colombianos está en peligro. Exigimos que el Ejército y la Policía actúen con decisión para frenar este terrorismo», recalcó, haciendo un llamado para que se restablezca el control en el Tolima.
El panorama en Ataco es cada vez más sombrío, con los comerciantes obligados a convivir con la amenaza diaria de los extorsionistas. Para los consumidores, cada trago de cerveza viene con el amargo sabor de la inseguridad y el miedo. Mientras tanto, la comunidad espera que el gobierno tome medidas drásticas para «neutralizar de cualquier forma» a los responsables de estas extorsiones. “O los neutralizan o los mandan a la cárcel, pero la impunidad no es una opción”, concluyó el entrevistado.