Incompetencia del IBAL provocó emergencia que destruyó obra recién entregada en el barrio Libertador
La tubería de 32 pulgadas, instalada por IBAL hace más de dos años, falló durante la prueba realizada apenas el 19 de septiembre.
La noche del 19 de septiembre de 2024 será recordada en el barrio Libertador de Ibagué como un momento de caos y emergencia. Lo que debía ser una tubería funcional, instalada por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, IBAL, como parte del Acueducto Complementario, se convirtió en el epicentro de una emergencia que dejó a varias viviendas inundadas y una vía recientemente pavimentada destruida por completo. Mientras IBAL se apresuró a señalar a los contratistas de la Gobernación del Tolima como responsables, los hechos apuntaron a un descuido grave de la propia de la empresa estatal.
La tubería de 32 pulgadas, instalada por IBAL hace más de dos años, falló durante la prueba realizada apenas el 19 de septiembre. Este error técnico generó inundaciones que no solo afectó las viviendas aledañas, sino que destruyó la vía que había sido pavimentada por la Gobernación del Tolima el año pasado y entregada para el servicio de la comunidad. La devastación no pudo ser peor: una obra pública que había sido certificada como segura por el propio IBAL quedó inservible en cuestión de horas.
Luego de conocerse el comunicado oficial emitido por el IBAL, sobre el tema Conlaverdad.com consultó a varios ingenieros contratistas cercanos a la entidad, quienes pudieron guardar la reserva de su nombre por miedo a represalias por parte de la gerente Erika Palma.
Los profesionales cercanos al proyecto, fueron claros en señalar que la responsabilidad recae directamente sobre IBAL. «Es una tubería que debió haber sido probada hace tiempo, pero no lo fue», aseguraron. El IBAL, a pesar de tener conocimiento de las obras en ejecución, nunca realizó las pruebas necesarias ni manifestó la presencia de la tubería. Más aún, la entidad autorizó la pavimentación sin verificar el estado de la red, lo que llevó a generar la emergencia.
El problema no es aislado. Según los expertos, fallos en la infraestructura de IBAL se han presentado en otros sectores de Ibagué, pero esta vez el daño es doble: la tubería fallida ha destruido una obra pública que llevaba apenas unos días entregada y en pleno funcionamiento.
Los consultados afirmaron que los contratistas de la Gobernación del Tolima, que instalaron las redes de acueducto y alcantarillado en la zona, no son responsable de esta delicada situación. El IBAL había certificado estas obras y avalado la pavimentación de la vía, pero no realizó las pruebas necesarias en su propia infraestructura. Este descuido deja mucho que desear sobre el manejo interno del IBAL y su compromiso con la ciudad.
Los contratistas han dejado claro que no asumirán los costos de los daños, pues estos se deben a una falla ajena a su trabajo. El IBAL, por su parte, deberá responder ante la Gobernación del Tolima y los ciudadanos por los destrozos causados por su negligencia.