
“Llevar ese piano en el hombro durante 219 días no fue fácil’: Matiz tras el fallo que la mantiene como gobernadora del Tolima
En una emotiva confesión, Matiz compartió los sentimientos que la invadieron durante este proceso.
Adriana Magali Matiz, gobernadora del Tolima, se enfrentó a uno de los retos más difíciles de su carrera política cuando una demanda de nulidad electoral amenazó con despojarla de su cargo. Durante meses, el fantasma de la incertidumbre la acompañó, mientras la decisión del Consejo de Estado pendía como una espada sobre su futuro y el del departamento. Ayer, jueves 8 de agosto de 2024, la Sección Quinta, finalmente la absolvió, poniendo fin a una etapa de tensión y ansiedad que había marcado su mandato.
En una emotiva confesión, Matiz compartió los sentimientos que la invadieron durante este proceso. “Tengo que confesarles que, aunque me mantuve tranquila todo el tiempo y me dediqué a gobernar, la presión de ayer fue bastante alta”, dijo. Desde el martes, cuando recibió el orden del día de la sala en su WhatsApp, la gobernadora supo que el fallo era inminente. “No pude dormir ni martes ni miércoles, y ayer la presión fue supremamente alta. No pensaba en Adriana Magali Matiz, pensaba en mi departamento. Una decisión adversa hubiera sido nefasta para el Tolima”, expresó.
La mandataria reveló que la posibilidad de perder su cargo no solo la afectaba a nivel personal, sino que también representaba un peligro para los proyectos en curso que son vitales para el desarrollo del Tolima. “Hubiera sido un golpe duro para todos los procesos que estamos adelantando, proyectos que ya están estructurados y que tienen recursos asignados. La incertidumbre que habría generado una nueva elección no le convenía a nadie”, explicó.
Matiz recordó, además, los momentos más difíciles. Un año atrás, cuando la denuncia ante el Consejo Nacional Electoral estuvo a punto de truncar su candidatura, la abogada del momento le sugirió renunciar. “Me dijo que lo mejor era que renunciara a mi candidatura. Pero yo le respondí que seguiría hasta el final. La presión fue inmensa, pero estaba decidida a luchar por mi gente y mi departamento”.
A pesar de la tormenta, Matiz nunca dejó de gobernar con la misma dedicación que la caracteriza. Sin embargo, llevar esa carga durante 219 días no fue fácil. “Había momentos en los que solo pedía que todo se resolviera, que se decidiera ya, porque la presión era muy fuerte”, confesó.
Agradeció a Dios, a su equipo legal, a su familia y, en especial, al senador Óscar Barreto, quien la apoyó en los momentos más difíciles. “Siempre estuvo ahí para darme una palabra de aliento y decirme: ‘Vamos, que esto va a salir bien’”.
Hoy, Adriana Magali Matiz no solo celebra su absolución, sino también la fortaleza y resiliencia que demostró en este proceso.