
Secretaría de Salud advierte riesgo por criaderos de mosquitos en llantas abandonadas en Ibagué
Según Ospina, desde noviembre hasta la fecha se han aplicado más de 120.000 dosis contra la fiebre amarilla.
La capital tolimense vive una de las emergencias en salud pública más complejas de los últimos años. A pesar de una leve disminución en los casos de dengue, la amenaza del virus de la fiebre amarilla mantiene en alerta a las autoridades locales, que intensifican medidas preventivas mientras intentan contener una situación que ya empieza a desbordarse en algunos sectores.
La secretaria de Salud de Ibagué, Liliana Ospina, entregó un crudo balance: 1.408 casos de dengue en lo que va del año, una cifra que, aunque inferior a la del año anterior, sigue siendo preocupante. “Recibimos un municipio en crisis, una situación que no solo golpeó a Ibagué, sino que tuvo eco en América Latina”, admitió la funcionaria, al tiempo que explicó que la administración ha logrado contener en parte el brote dado las estrategias de mitigación activadas desde el primer trimestre del año.
Pero el panorama se complica con un caso confirmado de fiebre amarilla, una enfermedad viral de alta letalidad. La víctima es una adolescente de 15 años, residente de la comuna Dos de la ciudad. Este hecho detonó la declaración de emergencia en salud pública y desató una campaña de vacunación.
Según Ospina, desde noviembre hasta la fecha se han aplicado más de 120.000 dosis contra la fiebre amarilla. “Ya llegaron 200.000 vacunas a Ibagué. Desde que se declaró la emergencia hemos vacunado cerca de 60.000 personas”, precisó. La meta es alcanzar una cobertura total, casa a casa.
La más baja afluencia de inmunización se registró durante el Día de la Madre. Brigadas móviles, puntos fijos de vacunación y recorridos puerta a puerta son parte del plan de choque para frenar el avance del virus. La vacuna, que se aplica una sola vez en la vida a partir de los nueve meses de edad, está disponible sin restricciones en centros como la Alcaldía, la Gobernación, el Panóptico, el Aeropuerto, la Terminal de Transportes y en IPS como Keralty, Sanitas, Promover y el Dispensario Médico de la Policía Nacional.
La proliferación de criaderos del mosquito Aedes aegypti, vector transmisor del dengue y la fiebre amarilla, sigue siendo un enemigo silencioso. La funcionaria anunció que se ha implementado una estrategia paralela de control larvario: lavado de albercas, eliminación de focos de agua estancada, recolección de llantas y latas abandonadas.
El caso del barrio El Salado es revelador. Tras denuncias ciudadanas, se detectaron criaderos activos. “Ya hicimos la verificación. Se encontraron positivos para criaderos. Hicimos los llamados de atención, pero si no hay cumplimiento, vamos a intervenir con el acompañamiento de la Policía Nacional y se impondrán los comparendos correspondientes”, advirtió la secretaria.
La situación de Ibagué exige corresponsabilidad ciudadana. La alerta sanitaria no es un asunto menor y las autoridades están desplegando recursos humanos, técnicos y logísticos sin precedentes. La ciudadanía, por su parte, debe responder con acciones concretas: vacunarse, reportar criaderos y colaborar con las jornadas de inspección.