Usan WhatsApp del Imdri para convocar a ciudadanos al cumpleaños del concejal ‘hurtadista’
El instituto descentralizado, al parecer es el fortín político del cabildante.
Una nueva denuncia pone en entredicho la transparencia del gobierno de Johana Aranda. Esta vez, el escándalo estalla en el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación (Imdri), que al parecer habría sido utilizado para convocar a los ciudadanos en favor del concejal Giovanni Martínez, quien en la actualidad es el consentido de la administración ‘Hurtadista’.
Fuentes cercanas al instituto revelaron en exclusiva a Conlaverdad.com que funcionarios e instructores del Imdri estarían utilizando los grupos institucionales de aeróbicos, creados supuestamente para promover hábitos saludables en los barrios de Ibagué, para invitar a la habitantes a un evento que, lejos de ser recreativo, tiene un tinte político evidente: la celebración del cumpleaños del concejal Martínez, militante del CD.
La actividad ha sido disfrazada como una ‘Caminata Saludable’, convocada para este domingo 6 de abril desde las 6:30 a.m., con punto de encuentro en el Coliseo de Ferias. El evento incluye una caminata de 4 kilómetros y la entrega de manillas promocionales. Pero lo que indigna no es el ejercicio físico, sino el trasfondo politiquero: la maquinaria institucional del deporte, financiada con recursos públicos, está siendo puesta al servicio del cabildante consentido del gobierno de Aranda.
Según los denunciantes, los instructores que promueven esta actividad son cuotas políticas de Giovanni Martínez, quien maneja a su antojo el instituto como si fuera su finca privada. “El Imdri es el fortín político del concejal”, asegura una fuentes a este medio de comunicación. “Ahí es donde más cuotas tiene, donde más gente ha metido. Lo controla todo”, sostuvo otra persona que trabaja en la entidad.
Lo que debería ser una entidad al servicio de la recreación, se ha convertido en una plataforma de clientelismo. Las redes institucionales que deberían estar prestas para la ciudadanía son instrumentalizadas para inflar la imagen de un político que, además, es uno de los alfiles más visibles de una administración cada vez más señalada por prácticas dudosas.
La gravedad del asunto es que se estaría usando estructura estatal para fines personales y proselitistas. A más de un año de haberse posesionado, el gobierno de Johana Aranda ya acumula escándalos que no logra explicar ni contener.
Este nuevo episodio solo profundiza la percepción que la administración local está más enfocado en pagar favores políticos que en gobernar con responsabilidad y transparencia.
