Tolima

Ajuste de cuentas entre delincuentes sería la causa de los sicariatos en el Tolima

Bocanegra subrayó que las comparaciones nacionales ayudan a dimensionar el fenómeno.

La reciente ola de sicariatos en municipios como El Espinal y Fresno encendió una vez más las alarmas en el Tolima y fue uno de los temas tratados en el Consejo de Seguridad extraordinario. El secretario de Seguridad del departamento, Alfredo Bocanegra, entregó detalles sobre la situación y precisó que estos hechos no corresponden a riñas o conflictos familiares, sino a operaciones planeadas por estructuras delictivas.

Mayormente, los sicariatos son trabajos efectuados porque hay un pago de por medio para neutralizar o asesinar a una persona. No son temas que se presenten de manera incidental con una alteración, una riña o una violencia impulsiva. Son temas que corresponden a unas organizaciones como las que se han detectado en Fresno, asociadas a microtráfico, y en El Espinal, vinculadas a lo que periodísticamente se denomina ‘brujos’, aunque judicialmente esa figura no existe”, explicó.

El funcionario advirtió que, aunque los hechos son lamentables y no se justifican, en la mayoría de los casos las víctimas registran antecedentes judiciales. “Casi siempre las personas ultimadas tienen condenas, llamados a juicio, medidas de aseguramiento o antecedentes. La gente de bien puede estar segura y tranquila, y lógicamente debemos reducir estos elementos”, puntualizó.

Bocanegra subrayó que las comparaciones nacionales ayudan a dimensionar el fenómeno. “Hay ciudades en las que asesinan veinte, treinta o cuarenta personas diarias. El departamento de Magdalena, que es más pequeño que el Tolima, tuvo 351 muertos en once meses. Nosotros vamos a cerrar el año con menos de 200 homicidios en todo el Tolima, con una población de un millón y medio de habitantes y 23.500 kilómetros cuadrados”.

Al ser consultado sobre si las víctimas eran en su mayoría delincuentes, respondió con cautela: “Yo no hago esas aseveraciones porque son de carácter judicial. Simplemente son fenómenos que la misma ciudadanía conoce y reporta. Cuando una persona es asesinada, lo primero que hace la autoridad judicial es verificar si tenía antecedentes, y si los tiene, deben mencionarse. No podemos ocultarlo en virtud de la transparencia con los medios de comunicación. Nosotros lo reportamos, ustedes hacen sus disquisiciones y las autoridades, sus investigaciones”, concluyó.  

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