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El silencio cómplice de la Alcaldía de Ibagué en la búsqueda de un nuevo sitio para la disposición de las basuras

Leandro Vera, actual gerente de Ibagué Limpia y exsecretario de Planeación durante la administración de Andrés Fabián Hurtado, promovió un plan de expansión rural que permitió la construcción de viviendas alrededor del relleno sanitario La Miel.

La Alcaldía de Ibagué, en cabeza de Johana Ximena Aranda Rivera, ha mantenido un silencio que ha sido calificado por algunos como cómplice ante el problema que enfrenta la ciudad en torno a la reubicación del relleno sanitario. La controversia ha crecido como una bola de nieve, en medio de la falta de una solución definitiva para el manejo de los residuos sólidos, lo que ha dejado a la ciudadanía en incertidumbre sobre el futuro ambiental y sanitario del municipio.

El sitio de disposición final de las basuras en Ibagué no es una decisión improvisada; es el resultado del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), aprobado por el Concejo Municipal. Son los concejales quienes estudian, analizan y determinan estos lugares, pero la responsabilidad recae directamente sobre la administración local.

En este contexto, Johana Aranda no puede desligarse de la responsabilidad que tiene la Alcaldía de Ibagué. A pesar de los intentos por evadirla, el POT puede ser modificado por la administración municipal de turno, lo que pone en evidencia la falta de gestión para abordar el problema de fondo.

La Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), organismo encargado de la gestión ambiental en el departamento, tiene en sus manos la prórroga o negar la licencia de funcionamiento del relleno sanitario La Miel. Este hecho ha generado un escenario de inminente crisis, ya que sin un sitio alternativo aprobado, Ibagué y otros 16 municipios que depositan sus residuos en La Miel se verían enfrentados a una emergencia sanitaria sin precedentes.

El Concejo Municipal tendría que entrar a definir un nuevo lugar de disposición final, un proceso que no solo es largo y complejo, sino que requiere un amplio debate y la contratación de expertos para diseñar el proyecto.

Ibagué Limpia, la empresa creada durante el mandato del exalcalde Jesús María Botero para vigilar y controlar a la empresa Interaseo encargada de la disposición final de residuos sólidos, también ha sido señalada en este escenario.

Leandro Vera, actual gerente de Ibagué Limpia y exsecretario de Planeación durante la administración de Andrés Fabián Hurtado, promovió un plan de expansión rural que permitió la construcción de viviendas alrededor del relleno sanitario La Miel. Esta decisión ha tenido repercusiones significativas en el bienestar de los habitantes cercanos, quienes se han visto afectados por la proximidad al relleno y la falta de soluciones reales por parte de la administración.

A pesar que Cortolima podría estar inclinada a considerar la prolonga la vida útil del relleno, la entidad se basa en las directrices establecidas por el POT, lo que indica que cualquier modificación o reubicación depende exclusivamente de la Alcaldía y del Concejo Municipal.

Sin un cambio en el POT, Cortolima no puede proceder a autorizar nuevas expansiones del relleno sanitario. La responsabilidad, por tanto, recae sobre la administración local, que debe proponer un nuevo sitio para el manejo de los residuos.

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) fue la entidad encargada de otorgar el permiso para que el relleno sanitario funcione en la hacienda La Miel. No obstante, la solución al problema actual no reside en decisiones de la ANLA, sino en una gestión efectiva por parte de la Alcaldía de Ibagué para modificar el POT y trabajar en conjunto con el Concejo en la disposición de un nuevo sitio para el relleno sanitario.

La situación requiere una intervención estructural. Es urgente que la Alcaldía de Johana Aranda asuma su papel de liderazgo en la solución de este problema, en lugar de transferir la responsabilidad a otros actores.

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