Opinión

Filtraciones y fallas en los recién inaugurados coliseos y piscinas, que costaron más de 110 mil millones

Ibagué y el Tolima cuna de la corrupción nacional ¿Gobierno y organismos de control cómplices?

Por: Edgar Antonio Valderrama Zabala.

Advertencia: los comentarios aquí expresados son de exclusiva responsabilidad de su autor y en nada compromete a este medio de comunicación.

Adriana Magali Matiz habló como gobernadora sobre las filtraciones que quedaron al descubierto en el recién inaugurado Coliseo Menor, luego de las lluvias de los últimos días. En un comunicado, dijo que citó a mesa técnica con la Alcaldía y la Contraloría General de la República, «para analizar la situación generada por el invierno y avanzar con transparencia en la ejecución de las obras complementarias». Se refería a encharcamientos e inundaciones que se han presentado en el escenario. “Para corregirlas serán necesarias algunas obras complementarias. La Gobernación reafirma su compromiso con la familia deportiva del departamento; en este sentido, se busca garantizar el pleno disfrute de los escenarios deportivos y abordar de manera efectiva las contingencias que puedan surgir para ofrecer y respuestas efectivas a los ciudadanos”. Pero las Ligas y deportistas todavía no pueden utilizar el escenario. “Se analizará la situación reciente, generada por las fuertes lluvias y avanzar en la puesta a punto y posterior utilización del escenario», reza el oficio. Es decir, más plata. El escenario deportivo fue inaugurado el 1º de abril, entre controversias de veedores, que sostenían que la entrega era prematura. Tres semanas después de la inauguración, las lluvias anegaron unos espacios y zonas internas del Coliseo Menor, escenario que tuvo una inversión de $22´000´000.000, con una ejecución que demoró  tres años.

Pero la situación empeora, porque las mismas lluvias, tocaron el los escenarios del Parque Deportivo. Sobre todo el denominado Coliseo Mayor que volvió a evidenciar fallas en su infraestructura. La Alcaldía, a través del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación, inició una revisión técnica en este y otros escenarios del Parque Deportivo, luego de que el agua ingresara por el costado occidental de la obra. Según informó la entidad, el líquido se desplazó desde zonas como el Estadio de Atletismo, el Complejo de Raquetas y el Estadio Alterno, colapsando las áreas de traslado y afectando en parte el escenario, lo que encendió las alarmas. Las labores de verificación se concentran en el sistema de drenaje, la iluminación y el comportamiento de la membrana central tras el paso de las lluvias. Lo grave es que lo  ocurrido, afectó a las delegaciones participantes del Campeonato Mundial de Futbol de Salon organizado por la Asociación Mundial de Fútbol de Salón y la Federación Colombiana de Fútbol de Salón. Decenas de ciudadanos manifestaron su indignación por la inundación del Coliseo, obra inaugurada el segundo semestre del año 2023 por Andrés Hurtado. Los mensajes apuntan a fallas en el diseño y ejecución del proyecto y cuestionan el manejo de los recursos invertidos que superaron los 60 mil millones de pesos.

Pero los hechos no paran ahí. Recordemos que denunciamos en columna anterior que en la reinauguración de las piscinas de la 42, se lanzó un cargo que dejo en evidencia las fallas, demoras y la desidia institucional que rodea esta discutida obra, que se  mostró como bandera de un aparente ‘renacer deportivo’ del Tolima y de como  Helmut Levy, gloria de la natación en el Tolima y Colombia, afirmaba:  “Aquí no hay nada para celebrar, es un momento difícil para la ciudad el tener que recibir un escenario colmado de sobrecostos y corrupción. Aquí no hay nada para celebrar y a pesar de que el folclorismo y la calentura del trópico que cubre a Ibagué, llama a las celebraciones y la alcaldesa con sus cuentos chinos y su solemne discurso extiende manteles, invitando a propios y extraños, como si fuera la panacea que curará todos nuestros males, el llamado a la ciudadanía es a levantar la voz contra tanto despilfarro, tanta mediocridad y tanto Show”. Es que tras de esto, se oculta toda la corrupción rampante que se presentó y se sigue presentando porque el escenario muestra fallas es decir, la espera no valio la pena, a pesar de que inicialmente se contrató la obra por 14 mil millones  incluida la interventoría y terminó con un sobrecosto que la elevó a 24 mil millones

Ibagué y el Tolima, cuna de la corrupción nacional”?  Las denuncias son permanentes en las inversiones que se hacen en salud, en donde ya se asomó el descaro de la entrega de los recursos de los hospitales  a amigos de gobernantes, lo que no es objeto de investigación. En educación, donde se comercia con los traslados de maestros y la ejecución de obras de recuperación de las instituciones educativas o en obras de infraestructura en don de todas las licitaciones son “enchalecadas” como quedo demostrado con los hospitales de Chaparral y Rioblanco y la recuperación de vías  y la expresión permanente de los ciudadanos es: “¿Esas son las mega obras?: un día antes de inaugurar, todo por terminar, todo inundado, todo sucio. La crítica va más allá de lo físico y apunta a un armazón institucional en el que la inoperancia, el oportunismo político y la indiferencia se han convertido en la norma: Todo lo entregan con defectos. Las veedurías lo informan, pero nadie escucha, nadie interviene, nadie exige, nadie hace caso. Todo el mundo va tras los contratos, los puestos y, en fin, de todos los fenómenos politiqueros que configuran una nación ignorante y pobre de pensamiento. Las obras,son objeto de demoras, rediseños, adiciones y disputas. Son usadas por los gobernantes para muestras mediáticas que difieren con el grito ciudadano. Es lo que entregan la Gobernadora y alcaldesa, con show mediático, bombos, platillos, se repartieron las llaves. Las súper mega obras por las que, según ellas, tenemos que dar gracias hoy son graves hechos que debieran ser investigados por la Procuraduría, por la Fiscalía, por la Contraloría.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba