Inhabilitado funcionario del IBAL por estafa al cobrar un trabajo fantasma
Utilizando su posición en la empresa para obtener ventajas indebidas, el operario engañó a Valencia y otros ciudadanos, solicitando pagos por servicios que nunca llegó a realizar.
La empresa de Acueducto y Alcantarillado IBALl, se ve envuelta una vez mas en un nuevo escándalo de corrupción, que deja al descubierto la nula gerencia que existe en la empresa estatal, por parte de Erika Palma.
Conlaverdad.com conoció en primicia, que la Oficina de Control Único Disciplinario del entidad, en fallo en primera instancia destituyó e inhabilitó por 17 años, a Luis Alberto Ríos Lizcano, operario adscrito a la planta de tratamiento y gestión de acueducto, tras haber sido hallado responsable de incurrir en graves faltas disciplinarias y delitos penales como concusión y estafa, por lo que se ordenó remitir el caso a la Fiscalía General de la Nación para iniciar la investigación.
El caso se remonta al 28 de octubre de 2019, cuando María Elvira Valencia, contrató los servicios de Ríos Lizcano para la realización de trabajos de independización y instalación en dos apartamentos ubicados en el centro de la ciudad. Sin embargo, lo que parecía ser un acuerdo contractual legítimo pronto se convirtió en una pesadilla para Valencia.
Según la denuncia presentada por la afectada el 2 de junio de 2020, Ríos Lizcano recibió un anticipo de un millón de pesos por los servicios pactados, pero no cumplió con su parte del trato. A pesar de múltiples llamadas y mensajes, el operario no realizó los trabajos prometidos, dejando a la mujer en una situación de indefensión y perjuicio económico.
La investigación realizada por la Oficina de Control Único Disciplinario del IBAL reveló un patrón de comportamiento fraudulento por parte de Ríos Lizcano. Utilizando su posición en la empresa para obtener ventajas indebidas, el operario engañó a Valencia y otros ciudadanos, solicitando pagos por servicios que nunca llegó a realizar.
Las pruebas presentadas durante el proceso disciplinario incluyen capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp, testimonios de testigos y un recibo que confirmó el pago realizado al empleado del IBAL. Estas evidencias fueron contundentes y respaldaron las acusaciones de concusión y estafa en su contra.
Se espera, que el fallo sea apelado por funcionario del IBAL.