
Piscinas de la 42: ¿costoso show político deportivo?
La obra, objeto de múltiples demoras, rediseños y disputas, ha sido usada por los gobe
Por: Edgar Antonio Valderrama Zabala.
Advertencia: los comentarios aquí expresados son de exclusiva responsabilidad de su autor y en nada compromete a este medio de comunicación.
En la reinauguración de las piscinas de la calle 42, un ciudadano arrojó una explícita denuncia que dejo en evidencia las fallas, demoras y la desidia institucional que rodea esta discutida acción, ahora estimada como bandera de un aparente ‘renacer deportivo’ del Tolima. Helmut Levy una gloria de la natación en el Tolima y Colombia, a través de sus redes sociales, afirmó: “Aquí no hay nada para celebrar, es un momento difícil para la ciudad el tener que recibir un escenario colmado de sobrecostos y corrupción. Aquí no hay nada para celebrar y a pesar de que el folclorismo y la calentura del trópico que cubre a Ibagué, llama a las celebraciones y la alcaldesa con sus cuentos chinos y su solemne discurso extiende manteles largos, invitando a propios y extraños, como si fuera la panacea que curará todos nuestros males. El llamado a la ciudadanía es a levantar la voz contra tanto despilfarro, ante tanta mediocridad y tanto Show”.
Otro ciudadano Jaime Agudelo, manifestó que la entrega se hizo en ambientes indignos y con acabados improvisados. “Ibagué, la cuna de la corrupción nacional. Esas son las mega obras: un día antes de inaugurar, todo por terminar, todo inundado, todo sucio. La verdad, yo no entiendo a la gente”, opinó. La crítica va más allá de lo físico y apunta a un armazón institucional en el que la inoperancia, el oportunismo político y la indiferencia se han convertido en la norma: “Esto lo entregaron hace un año con defectos. Las veedurías lo informaron, pero acá nadie hace caso. Todo el mundo va detrás de los contratos, de los puestos y, en fin, de todos los fenómenos politiqueros que configuran una nación ignorante y pobre de pensamiento”.
La obra, objeto de múltiples demoras, rediseños y disputas, ha sido usada por los gobernantes locales para exhibiciones mediáticas que difieren con el grito ciudadano. “¿A ustedes les parece esto una obra bonita, decente, justa con la población? Es lo que entregó la Gobernadora hace como 15 días, hicieron show mediático, bombos, platillos, se repartieron las llaves gracias al poder femenino”, agregó, visiblemente molesto. La cólera del denunciante también recae sobre el impacto que ha tenido este proyecto inconcluso sobre el desarrollo deportivo de la región. “La súper mega obra por la que, según ellos, les tenemos que dar gracias porque se tiraron la vida deportiva de un poco de generaciones. Diez años, para ellos, parecen diez días” y cerró su denuncia con un comentario lapidario sobre la improvisación que reina en la ejecución de esta infraestructura. “Definitivamente todo pegado con papelito, con babitas. Ojalá que hayan arreglado el problema de la motobomba que las veedurías estaban advirtiendo”.
La Alcaldía organizó un desfile para reinaugurar las piscinas. Un acto reciamente debatido por líderes, ciudadanos, veedores y representantes del deporte. A pesar de que la entrega del escenario representa un avance tras una década de abandono, el show que armaron para el evento generó pena entre quienes consideran que el espectáculo es una estrategia política que desdibuja la realidad. El abogado Fernando Varón Palomino fue tajante al calificar la jornada como una “burla a la historia del departamento del Tolima”. A su juicio, la puesta en escena del acto inaugural ignora los años de desidia, corrupción y negligencia administrativa que impidieron que el complejo acuático estuviera disponible para generaciones enteras de deportistas. “Hay que darle agradecimientos es a los deportistas, a dos o tres generaciones de nadadores que se han perdido en este tiempo por efectos del desgreño burócrata”, dijo, responsabilizando a las últimas cuatro administraciones del retraso y sobreprecio de las obras. Desde la destrucción inicial durante la de Luis H. Rodríguez, pasando por la terquedad de Guillermo Alfonso Jaramillo para destrabar el proyecto, hasta Andrés Hurtado, a quien señaló de priorizar intereses personales, Varón ratificó que la actual alcaldesa ha preferido rendirle cuentas a su jefe político más que a los ibaguereños. El desfile por calles despedazadas de la ciudad fue otro punto que criticó con dureza: “¿Qué tiene que ver una marcha con unas piscinas? Eso es absolutamente innecesario. Decir que este es uno de los mejores escenarios de América Latina es falso. No hay nada que agradecer”, concluyó.
El veedor ciudadano Iván Avendaño, representante del colectivo “En Ibagué Escenarios Deportivo Ya”, celebró la reapertura del escenario acuático, pero también consideró desmedida la forma en que se está presentando a la ciudadanía. “Estamos felices de volver a nuestra casa deportiva, pero esto no se trata de agradecerle a los mandatarios. Solo están cumpliendo con su deber”, expresó, advirtiendo que la obra presenta deficiencias y que, a pesar de la entrega, aún hay pendientes por resolver. El veedor también cuestionó el uso político del evento: “Han manejado un discurso que confunde, polariza, y enreda a la ciudadanía. Nosotros mostramos la realidad con evidencias, no con espectáculos”, puntualizó.
A pesar del enfadado, hubo quienes asistieron al acto para acompañar a los nadadores y visibilizar la necesidad de un gobierno más responsable y transparente en la gestión de lo público y en un indudable concurso de egos, el exalcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, se anticipó a la alcaldesa Johana Aranda y difundió un video otorgándose el mérito de la terminación de las piscinas de la calle 42, obra largamente esperada. A pocas horas de lo organizado por la Alcaldía para inaugurar el complejo, Hurtado publicó un audiovisual en el que con imágenes de archivo de su regencia mostraba el estado en que recibió las piscinas tras el mandato de Guillermo Alfonso Jaramillo y la diferencia con el actual avance de las obras. “Celebramos el inicio de una nueva era para el deporte y el gran trabajo de un equipo que sí le cumple a los ibaguereños. Alcaldesa Johana Aranda, gracias por no rendirse y darle continuidad a esta obra que le devuelve la dignidad a nuestras promesas de la natación”, expresó Hurtado en el video. Ahora la alcaldesa saldrá airosa, mostrándose como la persona que hizo lo que sus antecesores no hicieron y con ello, se oculta toda la corrupción rampante que se presentó y se sigue presentando porque el escenario muestra fallas es decir, la espera no valió la pena, a pesar d que inicialmente se contrató la obra por 14 mil millones incluida la interventoria y terminó con un sobrecosto que la elevó a 24 mil millones.
