De traidores, mentirosos y lobos disfrazados de ovejas se acusaron los concejales de Ibagué Zambrano y Beltrán
El concejal Andrés Zambrano no se guardó nada al criticar a su colega Carlos Beltrán, a quien acusó de ser un supuesto opositor que, en realidad, estaría aliado con la administración de Johana Aranda y con el exalcalde Andrés Hurtado.
La aprobación del empréstito de $150 mil millones presentado por la alcaldesa Johana Aranda dejó al descubierto la profunda división y tensiones dentro del Concejo de Ibagué. Durante la sesión del anterior jueves, los concejales Andrés Zambrano de Alianza Verde y Carlos Beltrán del partido Conservador protagonizaron un enfrentamiento que pasó rápidamente de ser un debate técnico a un choque personal cargado de acusaciones de traición, incoherencia y populismo.
El concejal Andrés Zambrano no se guardó nada al criticar a su colega Carlos Beltrán, a quien acusó de ser un supuesto opositor que, en realidad, estaría aliado con la administración de Johana Aranda y con el exalcalde Andrés Hurtado.
“Usted, concejal Beltrán, es incoherente y mentiroso. Decía el año pasado que no se podía dar un solo voto a esta administración, pero hoy es cercano a quienes antes criticaba. Se sienta con ellos, hace asados, toma whisky, y abandona la coherencia que pregonaba. Usted no es de oposición, es un aliado del gobierno”, disparó Zambrano.
Beltrán, visiblemente molesto, respondió con igual contundencia. “Usted, concejal Zambrano, es un lobo disfrazado de oveja. Es politiquero, mentiroso y populista. Antepone sus intereses personales por encima de los de la ciudad. Me traicionó a mí y traicionó al gremio de transportadores que lo apoyó en sus inicios. Usted engaña a la gente y actúa únicamente por conveniencia”, afirmó, calificando a su compañero como un oportunista.
El rifirrafe no solo evidenció las tensiones entre Zambrano y Beltrán, sino que también expuso las fracturas dentro del Concejo. Los dos cabildantes, en lugar de centrarse en el debate del empréstito, que impactará directamente las finanzas de la ciudad, optaron por lanzarse acusaciones que dejaron un mal sabor entre sus colegas y la ciudadanía.
Zambrano insistió en que su postura se mantiene firme en defensa de la transparencia, mientras que Beltrán aseguró que no permitirá ataques personales ni permitirá que se le tilde de traidor. Sin embargo, la discusión fue más allá de lo político, convirtiéndose en un intercambio lleno de adjetivos descalificativos que opacaron el debate público.
El empréstito de $150 mil millones solicitado por la administración Aranda busca financiar proyectos que aún no han sido detallados con claridad. La falta de información precisa ha generado incertidumbre y críticas, no solo por parte de los concejales, sino también de sectores sociales que exigen mayor transparencia.
En este contexto, la confrontación entre Zambrano y Beltrán pone en evidencia el deterioro del debate político en la ciudad, donde las agendas personales y los intereses partidistas parecen estar por encima del bienestar colectivo.