
“Después se lo van a cobrar sus electores”: el reclamo de Ferro al concejal que traicionó al CD
El diputado Felipe Ferro, criticó la doble militancia del concejal Geovanny Martínez, elegido por el Centro Democrático pero aliado del Hurtadismo, y le exigió coherencia con sus votantes.
La fractura al interior del Centro Democrático en el Tolima dejó de ser una grieta para convertirse en una herida abierta. La manzana de la discordia sigue siendo el concejal de Ibagué Geovanny Martínez, elegido con el aval del uribismo, pero alineado abiertamente con el Hurtadismo, el mismo grupo político que representa todo lo que el partido dice combatir.
Su doble militancia ha generado malestar y cuestionamientos públicos, especialmente del diputado Felipe Ferro, quien, aunque aclaró que no maneja directamente ese proceso dentro del partido, hizo un llamado a la disciplina y la coherencia política.
Ferro invitó a Martínez a que, si realmente pertenece al Centro Democrático, actúe en consecuencia, mantenga la disciplina y no envíe “ese mensaje equivocado a la ciudadanía ibaguereña que confió en su voto pensando que era uribista”. El diputado fue claro: en Colombia cada quien puede militar en la corriente política que quiera, pero si decide quedarse en un partido, debe respetar sus lineamientos.
En respuesta al señalamiento de cabildante, quien aseguró que hay sectores interesados en sacarlo del partido, el diputado aseguró: “Se está dando demasiada importancia este concejal”, dijo, y sostuvo que tiene asuntos mucho más relevantes que atender. Para él, esas afirmaciones de Martínez son solo “cortinas de humo” y le recomendó que en lugar de montar ese tipo de escenarios, se dedique a trabajar por la comunidad ibaguereña que lo eligió.
Sobre la posibilidad que el concejal continúe actuando como ficha del Hurtadismo en las próximas elecciones, el asambleísta dejó entrever que lo más sano sería que se aparte del partido: si quiere terminar su periodo como concejal, que lo haga, pero respetando las reglas. Lo que no puede advirtió es seguir en el partido mientras juega para otro bando.
En el fondo, lo que está en juego es la confianza de los votantes. Y como advirtió Ferro, si estos se sienten traicionados por quienes se presentan como uribistas y terminan sirviendo a los intereses de otros, “después se van a cobrar sus electores”.
Mientras tanto, el Centro Democrático sigue en silencio institucional frente a un caso que claramente le hace daño. Si no toma medidas, el partido no solo perderá autoridad, sino también votos. Porque en política, la tibieza también se castiga.



