Opinión

Donde están los semáforos

El negocio vale $8.946.591.332  

Por: Edgar Antonio Valderrama Zabala.

Advertencia: los comentarios aquí expresados son de exclusiva responsabilidad de su autor y en nada compromete a este medio de comunicación.

Las disculpas son siempre las mismas: “informamos que por temas de lluvia y de fluido eléctrico la red semafórica en algunos sectores presenta fallas. Ya se encuentran agentes de tránsito en estos lugares y esperamos en próximas horas restablecer el servicio y dar tránsito libre a la ciudad”. La verdad es que, lo que se daña no se repara, varias esquinas semafóricas se encuentran apagadas en diversos sectores de la ciudad.

Las lluvias, generan problemas a la red semafórica, los apagones, crean molestias en la movilidad debido a la intermitencia o ausencia total de maniobra de los semáforos ubicados en puntos críticos de Ibagué; así lo dan a conocer, ciudadanos y conductores que se han visto cercanos a accidentes por dicha razón.

Los semáforos de la carrera 1ª  con calle 19 y la Carrera 4ª Estadio con cruce al Federico Lleras, se apagaron para siempre, mientras en la Quinta, en la 60, las Avenidas Pedro Tafur, Guabinal, Ferrocarril, Ambala y en el centro de la ciudad prestan un servicio discontinuo. Hace mas de un año, Ana María Triana, entonces gerente del SETP de Ibagué, luego que el proceso de licitación se declarara desierto, efectúo ajustes con el fin de lograr que los interesados participaran y avanzar en la modernización del sistema de semaforización.

En ese momento expresó: “Esperamos que esta vez los oferentes puedan cumplir con los requisitos para poder adjudicarla y asi avanzar en este proceso, se ajustaron algunos temas técnicos, nuestro componente elegible es la Umus en Bogotá, sin eso no podemos avanzar”. La licitación fue declarada desierta unas semanas después, debido a que los oferentes, no cumplieron con los requisitos básicos que permitieran la contratación de la mejor empresa para el proceso. “No cumplieron los requisitos, algunos presentaron contratos que no habían sido liquidados, otros tenían experiencia en obra, pero no en semaforización y se buscaba la mejor tecnología para Ibagué”. .

En agosto de 2024 la administración de Johana Aranda informó sobre la adjudicación del contrato por cerca de $9.000 millones para la modernización de 630 semáforos en Ibagué en el marco de la implementación del Sistema Estratégico de Transporte Público. Pero, siete meses después el proyecto sigue estancado. En ese instante, la Alcaldía dijo que el contratista, la Unión Temporal Ibagué Smart City, tenía un plazo de cinco meses para la ejecución de las obras, a la fecha ningún semáforo de la ciudad se ha actualizado.

Versiones conocidas  indican que las obras no han iniciado por fallas de planeación del proyecto advertidas desde el proceso de licitación. Ya había cambio de gerente del SETP 

Entonces ¿Por qué no arranca la semaforización en Ibagué?  El tema de los semáforos está paralizado porque se supo que los dos consorciados se enfrentaron por presentar propuestas bajas para ganarse la convocatoria y están pidiendo anticipo sin arrancar” Y Aquileo Medina, el gerente del SETP, un político de carrera, se vio obligado a adjudicar el contrato ante la insistencia de la alcaldesa Aranda  accediendo a sus exigencias, pese a irregularidades y vacíos registrados desde la etapa precontractual del proceso. 

Ahora el retraso se debe a ajustes en estudios y diseños que deben hacerse antes de iniciar obras. Lo mismo que ocurrió con el fallido puente de la 5ª con calle 60. A lo largo de la cuestionada licitación, otros oferentes presentaron observaciones, en las que revelaban irregularidades que hacían inviable el proyecto tal como estaba planteado.

Algunas de ellas tenían que ver con el corto plazo de ejecución y la experiencia exigida en obras que poco tenían que ver con el proyecto y advirtieron anomalías sobre falsificación de documentos y hasta un probable direccionamiento a favor del contratista. “Se ve una defensa absoluta por parte del SETP de Ibagué a este oferente, que no solo nosotros advertimos. Todos los oferentes dejaron claro el favorecimiento taxativo de la entidad, los defendieron como si fueran empleados de ellos”, aseveró en su momento Miguel Ángel Rojas, otro de los oferentes.

El proceso, que tiene un plazo de ejecución de cinco meses y un valor de $8.946.591.332, está a cargo del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP). «La modernización contempla la instalación de tres tipos de semáforos: vehiculares inteligentes, para bici usuarios y sonoros para personas con discapacidad visual», dijo Medina. Y mencionó que el oferente encargado de ejecutar el proyecto será la Unión Temporal Ibagué Smart City, que según él cumplió con todos los requerimientos legales, financieros y técnicos, para ejecutar el proceso. “Serán intervenidas para su modernización 34 intersecciones semafóricas, las cuales están ubicadas en las principales vías de la capital. Iniciando por la intersección que se encuentran en la carrera Quinta con calle 64 y de ahí en adelante, ya que son las que cuentan con la ductería ya lista, la cual quedó en la rehabilitación vial ejecutada en el 2023” precisó resaltando las características más importantes de estas herramientas y su impacto para la movilidad de la ciudad.

Este cambio en la red semafórica traerá beneficios para los ibaguereños. Los elementos serán más resistentes, tendrán tecnología led y contarán con un sistema subterráneo para evitar vandalismos. Con su implementación mejorara el tiempo en los desplazamientos y se brindara seguridad a conductores de vehículos particulares y de transporte público”.

De hecho, también advirtió que el oferente que finalmente ganó la licitación habría falsificado una acreditación para poder demostrar la experiencia que exigía el pliego de condiciones. Presuntas irregularidades que ignoró por completo el SETP. Ahora, la ciudad continúa a la espera de que inicien las obras de modernización y pueda Ibagué contar con una red semafórica de última tecnología. Han pasado 30 años desde la primera prmesa y seguimos a la espera. Ojala no se pierdan los recursos.

 

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