Contraloría destapa el ‘festín’ de malos manejos en la Fábrica de Licores del Tolima bajo el gobierno de Orozco

Conlaverdad.com conoció en exclusiva, que la Fábrica de Licores del Tolima, está en el ojo del huracán, tras el delicado informe de auditoría realizado por la Contraloría Departamental. El informe que contiene 167 paginas, evaluó la gestión financiera de la vigencia 2023, es decir, en la época del exgobernador Ricardo Orozco y la gerencia de Franz Bedoya, en donde se reveló un panorama alarmante: 27 hallazgos de auditoría, de los cuales cinco  tienen implicaciones disciplinarias, tres son de carácter fiscal, por un valor de $1.782.494.161 y cuatro por beneficio cuantitativo por $9.744749.

Entre las irregularidades más graves detectadas por el organismo de control, se destaca la gestión contractual. La auditoría evaluó una muestra de 15 contratos, que representaron más del 73% del total de contratos de la vigencia anterior. Los resultados fueron desastrosos: la Contraloría calificó la gestión contractual de la FLT como «antieconómica» e «ineficaz«, evidenciando que el uso de los recursos públicos no fueron racionales ni generaron los resultados esperados.

Lo más preocupante es que, pese a esta desastrosa situación, la FLT se desplomó en un 21%, y las deudas con proveedores siguieron creciendo, con un aumento del 28% en cuentas por pagar. Las ventas del aguardiente, su producto insignia, cayeron en un 41%, exacerbando una situación que ya era crítica.

El informe también revela un control interno ineficaz, incapaz de corregir los errores recurrentes en las cuentas por cobrar, la administración de inventarios y los registros contables. La falta de un manual de políticas contables actualizado y un comité de sostenibilidad inoperante fueron  algunas de las fallas que profundizan el caos en la gestión de la FLT.

Además de estas anomalías, la Factoría dirigida por Bedoya, tampoco cumplió con las metas presupuestales establecidas por el Gobierno Nacional, lo que derivó en una gestión contractual deficiente.

Sumado a lo anterior, se detectó la distorsión en los estados financieros, donde terrenos y edificaciones no han sido actualizados, subestimándose en $11.035 millones. Peor aún, activos obsoletos como equipos médicos y científicos, algunos con más de 35 años de uso, siguen figurando en los balances con un sobreprecio de $925 millones. Estos errores provocaron una abstención de opinión en los estados financieros, ya que la magnitud de las incorrecciones impidió emitir un juicio claro sobre la situación real de la empresa.

A la luz de los hallazgos, la Contraloría concluyó que la gestión de la FLT no es solo ineficaz, sino que pone en riesgo la continuidad de la entidad. La Fábrica de Licores del Tolima sigue en cuidados intensivos, y su futuro depende de la implementación inmediata de un plan de mejoramiento que aborde las 27 deficiencias detectadas en la auditoría.

Como parte del proceso de auditoría, la administración de la FLT fue notificada de los hallazgos y se le otorgó un plazo para que presentara las respectivas respuestas. Sin embargo, la Contraloría ha dejado claro que la entidad deberá formular un plan de mejoramiento que contemple acciones concretas para corregir las deficiencias detectadas. A partir de la evaluación de los resultados, la FLT deberá afrontar un duro camino si pretende revertir esta situación crítica.