Despilfarro descomunal: exalcalde Hurtado abandonó a Ibagué con $130 mil millones en proyectos inconclusos
Conlaverdad.com presenta la crónica completa de las obras inconclusas que el exalcalde Andrés Fabián Hurtado anunció «a grito herido» pero nunca concluyó, sumiendo a Ibagué en un enigma financiero y que estremece en sus cimientos. Este medio ha descubierto que más de $130 mil millones obtenidos mediante un empréstito aprobado por el Concejo durante la administración “Ibagué Vibra”, fueron dilapidados en un “festín de despilfarro”, poniendo en tela de juicio la integridad de la gestión municipal.
En esta investigación periodística, contamos con la colaboración del exconcejal Pedro Antonio Mora Quintero, quien quien puso el dedo en la “llaga”, sobre la cruda realidad que amenaza el desarrollo y las finanzas del Municipio. Mora Quintero aseguró a este medio, que la anterior administración no ejecutó una considerable cantidad de recursos destinados al Plan de Desarrollo «Ibagué Vibra», dejando proyectos cruciales en el abismo de la inactividad.
El exconcejal destacó entre las obras olvidadas la construcción del tan cacareado puente de la calle 60 con carrera Quinta, una inversión de $43 mil millones que se ha convertido en un símbolo a la desidia por los retrasos y la falta de transparencia, dejando a la ciudad con un proyecto que no va a ninguna parte.
Otro proyecto que dejó en veremos Hurtado, es la recuperación y embellecimiento del parque Centenario, que, en lugar de ser un ejemplo de belleza y cultura, se desmorona en la penumbra del olvido. A pesar de un contrato de aproximadamente $13 mil millones, las obras están el aire, lo reflejando la falta de planificación y ejecución del proyecto que parece ser un juego de azar para la administración saliente.
Los sueños de la Unidad Intermedia en el barrio Especial El Salado y la modernización del centro de salud en el sector del Topacio, financiados con recursos del empréstito del 2020, desaparecieron sin dejar rastro de su existencia, Contratos que solo existen en papel, sin un solo ladrillo colocado, se convierten en una cruel broma de Hurtado a la comunidad.
El entrevistado, también cuestionó el millonario contrato para la compra de cubiertas para ocho polideportivos de la ciudad, valorado en $11 mil millones. Según Mora, a pesar de haberse adjudicado en octubre del 2023, las cubiertas siguen siendo “invisibles”, convirtiendo al proyecto en un monumento al derroche.
La situación empeora al conocer que las Juntas de Acción Comunal, enfrentan problemas porque no se les ha desembolsado los recursos promulgados con bombos y platillos por el gobierno “Ibagué Vibra”, para las placas huellas, afectando a más de 100 JAC en la zona rural. Los recursos que debieron ejecutarse en la vigencia 2023, ahora están en el limbo y la actual administración liderada por Johana Aranda, se ve obligada a “tapar las embarradas” de Hurtado y enfrentar las consecuencias de la mala planificación y ejecución de las obras anteriores.
El exconcejal sostuvo además, que el proyecto de gasificación para la zona rural es solo humo, ya que el pasar del tiempo las esperanzas de la comunidad se desvasen, dado que el convenio tampoco se realizó, lo que suma otra promesa más incumplida de Hurtado, Otro anuncio sin concretarse, fue la compra de maquinaria amarilla por más de 6 mil 500 millones de pesos, ya que el proyecto solo existen en documentos, pero no en la realidad de la ciudad, demostrando que la gestión de Hurtado fue un desfile de promesas incumplidas.
El exalcalde Hurtado parece haber dejado un legado de despilfarro, firmando contratos jugosos a días de finalizar su gobierno, como el de más de 10 mil millones para la recuperación de las piscinas olímpicas en la calle 42 con Carrera Quinta. Un acto que parece más un último festín con el presupuesto municipal que una inversión pensada para entregarle escenarios deportivos dignos a los deportistas y la ciudadanía que lleva exigiendo esas obras hace más de 10 años.
En total, más de $130 mil millones provenientes de un préstamo aprobado en 2020, flotan en el vacío, desaparecieron en la era de Andrés Fabián Hurtado, sin una clara explicación de por qué no se ejecutaron, dejando Ibagué en la ruina financiera.
La nueva administración encabezada por la bacterióloga Johana Aranda, deberá tapar las ‘embarradas’ de Hurtado como muestra de gratitud debido a que el ingeniero la puso toda para colocarla en el primer cargo del Municipio. Aunque no será así, Aranda tiene la obligación de desentrañar este oscuro episodio financiero que ha dejado a Ibagué sumido en un gran déficit financiero.
Por su parte, el nuevo Concejo deberá dejar de lado las ‘rodilleras’ y evaluar minuciosamente las licitaciones públicas adjudicadas a pocos días de terminar el mandato anterior, realizando un estricto control político en busca de respuestas y claridad en el manejo de los fondos municipales, supervisando milimétricamente la gestión de la bacterióloga Aranda.
